En este país donde la figura materna es divinamente venerada, no podía faltar un homenaje del jardín de Ío hacia nosotras, las progenitoras.
Fue sorpresa, sólo se nos dijo cómo debían ir vestidos: el salón 2o. B recibió sólo la indicación de "muy guapos" (otros fueron de blanco, otros de ropa específica, etc.)
En esencia se trató de una escenificación de un programa televisivo, conducido por Arely (del grupo de Ío) y un niño de otro salón.
Estos daban entrada a los otros "sketches"; el primero fue una orquesta; después, corresponsales entrevistaban a otros niños; el tercer número fue el salón de Ío: cada pequeño pasó a decir en el micrófono, frente al auditorio que se concentraba en la sala más grande de la Normal, por qué quería a su mamá. Como se imaginarán, sufrí un poco pues Ío no goza precisamente siendo el centro de la atención (y la comprendo a la perfección, comprenderán quienes me conocen). Pero ¡pasó! Dijo que me quiere porque la llevo a la biblioteca (sí, lloré de emoción pero sólo poquito), lo cual no me imaginaba, ya que otros mencionaron que porque les compran juguetes, les dan agua, les dan de comer, los abrazan, les leen, etcétera.
Al finalizar el acto en el auditorio, hubo un convivio familiar.
Como cereza de pastel, los niños del salón de Ío nos regalaron sendas plantas en macetas por ellos decoradas. Aquí las fotos de la que me tocó (la flor de papel fue obra de la creativa maestra Vreni):
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