Queridos lectores, en esta ocasión haremos una entrega ecológica. Hoy al regresar de la tienda y bajar las bolsas, recordé un blog que visite hace unos días, Kirai.NET, el autor narra como en una ciudad de Japón el municipio promueve el uso del Furoshiki como estrategia para desalentar la utilización de las contaminantes bolsas de plástico. “Furoshiki” es el nombre de unos pañuelos tradicionales japoneses que se solían usar frecuentemente para el transporte ropa u objetos variados. En México el paliacate tiene –o tenía- un uso semejante, quizás no con tantas opciones pero si recuerdo a los trabajadores llevar sus viandas en ellos. Vale la pena intentar algunas de la propuestas que nos presenta la página, aquí les dejamos una imagen y un video que ilustra varias posibilidades.
Video
Nota ecológica: ¿Se han puesto a pensar cuantas bolsas de plástico circulan en nuestro planeta anualmente?, no pocas, entre 500 mil millones y 1 billón. En una página de Wikipedia me encontré con algunos datos:
- Al año se producen por cada persona 150 bolsas;
- Para producirlas se requiere de combustibles fósiles, lo cual implica la emisión de gases contaminantes;
- En algunos países europeos y africanos se han implementado medidas para desalentar su uso, desde el cobro de un impuesto por uso (€ 0.15) hasta multas a quien sea sorprendido con una de ellas (€ 7.00).
- Algunas alternativas,
- Los alemanes han inventado un plástico biodegradable: Una bolsa de plástico común puede tardar cerca de 100 años (dependiendo de la exposición a la luz ultravioleta y otros factores) para descomponerse, mientras que el nuevo material llevaría cerca de 60 días.
- Los franceses: La néosac que es una bolsa de polietileno que es, según sus desarrolladores, biodegradable, puesto que se fragmenta en trozos cada vez más pequeños hasta desaparecer al cabo de unos 3 años. Los ecologistas dudan de la veracidad del procedimiento pues deposita a la naturaleza partículas de plástico, invisibles, pero nocivas, puesto que están presentes en el aire.
- Los italianos, La Mater-Bi, es una bolsa construida a partir del almidón de maíz, se parecen a las habituales de plástico y tienen las mismas características de resistencia mecánica. Estas bolsas son 100% de origen vegetal y totalmente biodegradables en tan solo unos días.
- En San Francisco se ha prohibido su uso, se han sustituido por bolsas de papel, en las tiendas de supermercados; cabe anotar que producir y transportar bolsas de papel es aun más contaminante en términos de uso de árboles y de la energía necesaria para transformar la celulosa y la pasta en papel.
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