La primera parte consistió en una obra teatral llamada El duendecillo (si no me equivoco), que pone en escena la fábula del matrimonio de un leñador y su codiciosa mujer, quien siempre quiere más, y más y más hasta aspirar a ser la reina que habita el palacio real (no, no se llamaba "Martha"). Bueno, al final comprende que la vida sencilla y feliz que tenía con su esposo, sin grandes preocupaciones es el estado ideal. (Por cierto, Barney, en alguno de sus muchos capítulos también tiene esta fábula pero allí el hombre es pescador.)
La segunda parte consistió en una kermés en la cual consumimos antojitos, pambazos, aguas frescas y cubitos de hielo. Hubo puestos de pintacaritas, lotería, brincolín, también. Aquí van las fotos. Están en orden cronológico.
Ah, cabe mencionar que una vez terminó la obra teatral, a Ío le complació mucho llevar a Bruno a conocer los juegos. Ahí se subieron a las resbaladillas, al sube y baja y a unos juguetes de llanta.
La obra intercala episodios donde la pareja, o incluso los tres personajes, bailan. Es un buen espectáculo.
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