21 mayo, 2008

La lectura en edad preescolar

Hemos estado muy interesados en imbuir a nuestros hijos del placer por la lectura.

Sin embargo, reconocemos que a últimas fechas hemos dejado un poco de lado las actividades relacionadas con ese tema debido --me imagino, al tratar de buscar explicaciones-- a que Ío ya ha comenzado a descifrar sola palabras y frases enteras, y que su interés parece no decrecer.

Sin embargo, hoy que asistí a una plática en el Jardín Experimental, recuerdo que es algo que no debe cesar: el placer de leer juntos y sobre todo de que los esfuerzos hacia Bruno todavía no deben caer.

En la plática nos decían acerca de la importancia de que los niños tengan otros referentes para poder explicar lo que sienten "dentro", y eso me trajo a la memoria aquel famoso 30 de enero de 2007, cuando durante una fiesta ocurrió lo siguiente:

Ío y Bruno habían conseguido sendos globos, que en un principio se encontraban en el techo. Le dijimos a Ío que amarrara el suyo a su silla, e igual Bruno. Sin embargo, durante el episodio de la piñata y la recogida de dulces, una niña agarró el globo de Ío. Obviamente yo no me iba a poner a pelear con una niña, que además parecía algo menor que ella. Entonces le dije: "Ío, si no vas y se lo quitas, se va a quedar con él; tienes que defenderte sola".

(Imagino que haciendo un gran esfuerzo, pues no acostumbra la violencia con otros niños), Ío fue y se lo quitó. La niña, como se imaginarán, se puso a llorar pero yo estaba algo tranquila de que el llanto ése ya no me tocaba a mí enjugarlo. Toda rubicunda, me dijo "sentí que mi pajarito del alma abría el rincón de lo malo". Esta última palabra la dijo con una emoción especial, con un tono precisamente como de maldad.

¿Por qué viene al caso esta anécdota? Es que hace tiempo leímos con ella (durante varias noches, eso sí) el libro El pájaro del alma, de Mijal Snunit, editado por el Fondo de Cultura Económica. Es un libro muy espiritual, que nos habla sobre lo que sentimos y cómo podemos externarlo. Amén de las ilustraciones, transcribo aquí algunas partes que alguien más se ha dado a la tarea de transcribir:

Hondo, muy hondo, dentro del cuerpo habita el alma.
Nadie la ha visto nunca, pero todos saben que existe.
Y no sólo saben que existe, saben lo que hay en su interior.

Dentro del alma, en su centro, está, de pie
sobre una sola pata, un pájaro: el pájaro del alma.
Él siente todo lo que nosotros sentimos.

Cuando alguien nos hiere, el pájaro del alma
vaga por nuestro cuerpo, por aquí, por allá,
en cualquier dirección, aquejado de fuertes dolores.

Cuando alguien nos quiere, el pájaro del alma salta,
dando pequeños y alegres brincos, yendo y viniendo,
adelante y atrás.


Cuando alguien nos llama por nuestro nombre (...)

Cuando alguien se enoja con nosotros, se encierra
en si mismo silencioso y triste.
Y cuando alguien nos abraza, el pájaro del alma,
que habita hondo, muy hondo, dentro del cuerpo (...)

Hasta ahora no ha nacido hombre sin alma.
Porque el alma se introduce en nosotros cuando nacemos,
y no nos abandona ni siquiera una vez mientras vivimos.
Como el aire que el hombre respira
desde su nacimiento hasta su muerte.

Seguramente quieres saber de qué está hecho
el pájaro del alma. ¡ah! Es muy sencillo:
está hecho de cajones y cajones,
pero estos cajones no se pueden abrir así nada más.
Cada uno está cerrado por una llave muy especial.
Y es el pájaro del alma el único que puede abrirlos.
¿Cómo? (...)

Un cajón para la alegría y un cajón para la tristeza,
un cajón para la envidia y un cajón para la esperanza,
un cajón para la decepción y un cajón para la desesperación,
un cajón para la paciencia y un cajón para la impaciencia.

También hay un cajón para el odio y otro para el enojo,
y otro para los mimos. Un cajón para la pereza
y un cajón para nuestro vacío,
y un cajón para los secretos más ocultos,
(éste es un cajón que casi nunca abrimos).
Y hay más cajones.
También tú puedes añadir todos los que quieras.


A veces el hombre puede elegir y señalar al pájaro
qué llaves girar, y qué cajones abrir.
Y a veces es el pájaro quien decide. (...)

Y sucede que el hombre sin desearlo siente celos;
y sucede que quiere ayudar, y es entonces cuando estorba.
Porque el pájaro del alma no es siempre obediente,
y a veces causa penas...

De todo esto podemos entender que,
cada hombre es diferente
por el pájaro del alma que lleva dentro.
Un pájaro abre cada mañana el cajón de la alegría;
la alegría se desparrama por el cuerpo,
y el hombre está dichoso. Otro pájaro abre, en cambio,
el cajón del enojo; el enojo se derrama,
y se apodera de todo su ser.
Y mientras el pájaro no cierra el cajón,
el hombre continúa enojado.

Un pájaro que se siente mal (...)

Y lo que es más importante:
hay que escuchar atentamente al pájaro.
Porque sucede que el pájaro del alma nos llama,
y nosotros no lo oímos. ¡Qué lástima!
Él quiere hablarnos de nosotros mismos,
quiere platicarnos de los sentimientos
que encierra en sus cajones.

Hay quien lo escucha a menudo.
Hay quien rara vez lo escucha.
Y quien lo escucha sólo una vez.

Por eso es conveniente ya tarde (...)

09 mayo, 2008

Los verdes...

Ya tiene algunas semanas que el Jardín Experimental estrenó su blog. Ahí podemos dar cuenta de muchas imágenes sobre nuestros niños en el rato que nosotros no los vemos. De ese modo no es necesario tratar de imaginar todo lo que ellos o las maestras nos platican, pues no hay como verlo (como dicen: "con los propios ojos").

Me ha gustado mucho una de las fotos que postearon en su última entrada, y me atrevo a ponerla aquí también so pena de violentar derechos reservados, pero es que sólo así podré mostrar a ustedes al famoso grupo de los "verdes".

 


Todavía no es momento de llorar, pero ya vamos sintiendo el vértigo de dejar (bueno, Ío, porque sus padres seguiremos ahí, jejeje) el maravilloso mundo del jardín de niños.

Por lo demás, muchas felicidades al Jardín Exprimental (como diría mi hermana cuando era niña) por su nueva aventura en la red. Bienvenido sea su blog y muchos parabienes a las entusiastas maestras.
Posted by Picasa

07 mayo, 2008

Bruno pintor


Como actualmente el papá de Bruno (jejeje) se encuentra trabajando en la industria de la construcción, un día fuimos a visitarlo a "la obra". Ahí Bruno pidió posar cual ayudante, y como nos gustaron las fotos, aquí les ponemos la 467.

Algunas fotos de los archivos

Tienen razón unas amigas cuando dicen que hemos dejado un poco abandonado el blog, pero el tiempo a veces es ingrato y se agota antes de que uno pueda completar todas las tareas pendientes... incuida los quehaceres "hogareños" jejeje.

Por eso hoy decidí tomarme aunque sea unos minutos para ir mostrando a ustedes algunas actividades realizadas a últimas fechas con Ío y Bruno.

En primer lugar, les mostramos a ustedes una ilustración que hice yo con Bruno en su guardería.

Sucede que el 6 de marzo fuimos citados los padres para un talleres de elaboración de cuento, en la sala de Maternal 3 muy bien atendida por la maestra Laura Solano. No sabía exactamente a qué iba yo, así que cuando me enfrenté con un cartón grande y "lo que usted quiera dibujar", puse manos a la obra. Escogimos Bruno y yo un libro de cuentos (aunque sea de Walt Disney, pues era de lo mejor en ilustraciones) y a dibujar se ha dicho. Reprodujimos una de las escenas del cuento, que surge de la película de Monsters Inc., y ¡¡vean que estábamos inspirados!!

A mí me gustó los efectos de luz que logramos con la pintura vinílica y hasta colores tuvimos que sacar a partir de la teoría de las mezclas... ¡digan por favor que nos quedó bien! Pues es la primera vez que hacemos eso aunque siempre había sido una ilusión mía trabajar con este tipo de pinturas, pinceles, mezclas de colores, combinaciones con blanco... y hasta uso de la perspectiva.

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Esta otra foto es del día que celebraron a Betito su quinto cumpleaños. Como pueden ver hacía un poco de frío pero eso no fue obstáculo para que todos los asistentes se divirtieran como lo que son (niños) saltando en el brincolín y rompiendo las piñatas.

Ahí pudimos platicar un rato con viejas amigas (jeje, perdón por lo de viejas) de Mayi e intercambiar algunos chismes, ejem perdón, noticias sobre sus vidas y lo que va de las nuestras. Como siempre, el tema de la escuela no pudo faltar en la plática.


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El día 10 de marzo, los niños del Jardín Experimental fueron requeridos para ir a presenciar algunas actividades relativas a tránsito y vialidad, en el parque Los Berros (creo que se llama oficialmente Miguel Hidalgo, pero no estoy segura así que ni me crean). La foto es del momento en que salían de las instalaciones de la escuela, con rumbo al autobús que los llevaría.

Según nos dijeron los propios niños después, el acto no fue tan divertido como se pensaba pero son los gajes del oficio y de ser una escuela tan solicitada para participar en los actos propios de la comunidad xalapeña. Para la otra será.