17 marzo, 2008

La primavera entró el 14 de marzo...


... y para ello no hubo flores, mariposas ni pajaritos cantores.

En el Jardín de Ío se recibió a la estación electrizante el 14, porque fue el último día hábil antes de las vacaciones acostumbradas.

El espectáculo fue muy bien diseñado, y mejor realizado. El guion --cuya autoría desconocemos-- fue claro y con ilación de principio a fin. La narración nos condujo por distintas culturas: maya y totonaca desde la creación del mundo hasta los rituales modernos.

La propia historia dio pie para armar --ellos-- y comprender --nosotros, los espectadores-- el porqué de cada color, de cada elemento.

Es importante mencionar también la importancia de la iluminación, que les dio a los pequeños actores, desde el inicio, un ambiente de profesionalismo que sinceramente no esperábamos los ansiosos padres.

Por otro lado, cada número fue armado con coreografías y trayectorias que --dicen las maestras-- fueron autoría de los mismos niños, en gran medida. Cabe destacar el carácter metafórico, y por lo mismo conmovedor de algunas representaciones, como es el caso de los sembradores que siembran y ven crecer su plantación.

La danza moderna, obviamente mezclada con pasos infantiles, fue el denominador común que nos mostró de qué son capaces los niños cuando se tiene detrás un apoyo profesional y paterno conjugados hacia un mismo fin.

En suma, el esfuerzo tuvo grandes frutos, y estamos muy contentos por los descubrimientos sobre nuestros niños que, por lo pronto, contemplamos extasiados ese 14 de marzo.

Tiempo fue lo que faltó para aplaudir.


P.D. El vídeo, en proceso. Les presentamos, por lo pronto, nuestra mejor fotografía.

11 marzo, 2008

La maestra nos encargó tarea

Sucede que al famoso salón de "los verdes" le corresponde el periódico mural de abril. Entonces, para el apartado de participación de los padres, la maestra Vreni nos encargó como tarea responder "qué es un niño" y también platicar algún pasaje de nuestra niñes (recordemos que abril es el mes idóneo para este tipo de confesiones y recuerdos). Esto fue lo que yo redacté:

Una anécdota:
Estaba yo en tercero de primaria. La maestra nos dejó de tarea contestar unas preguntas del cuadernillo que servía como cuaderno de trabajo, y ante mi desesperación por no haber cumplido, escribí en las líneas algunas letras sin ton ni son, de tal manera que parecieran las respuestas. Con satisfacción vi que la maestra marcó mi punto en la lista, pues revisaba caminando desde su altura, sin detenerse a leer el libro de cada quién.
Después de un rato, mi tranquilidad se transformó en angustia, cuando la maestra me pidió el cuadernillo porque “confiaba” en mi tarea para revisar la de los alumnos del salón de junto.
Al final me lo devolvió sin ninguna sonrisa (e imagino que también sin confianza) y con un recado que decía que borrara los garabatos y contestara bien las preguntas.
Lo bueno es que al paso de los años ella olvidó el suceso.

¿Qué es un niño?
Es un constante afán de intelección del mundo.